Caracas, 25 dic (EFE).- «Ningún venezolano sin su hallaca esta Nochebuena». Esta es la premisa de la ONG «Regálame un Jajaja», que reparte el preciado plato navideño entre cientos de personas que viven en la calle, en situación de pobreza extrema o soledad.
La misión comenzó al caer la noche del 23 de diciembre, a menos de 24 horas para la celebración de la Nochebuena. Fue entonces cuando unos 20 voluntarios cargaron sus vehículos con comida navideña para repartir hasta la madrugada, en toda la ciudad de Caracas; entre personas que fueron encontrando en las calles, sin importar quiénes son ni cómo se llaman. Necesitan comida y cariño.
«Regala una hallaca» fue el nombre con el que Francisco Soares, presidente de la organización, bautizó la idea de este recorrido, que logró materializar gracias al apoyo de emprendedores y ciudadanos que donaron alimentos y otros bienes para ofrecer en esta actividad.
Para Soares, los peligros de la noche caraqueña se olvidan cuando se arranca una sonrisa y un gesto de agradecimiento en el rostro de quien recibe la ayuda, y quienes comparten se sienten bien, por ser «parte de la solución de los problemas», tal y como dijo el activista a Efe.