Twitter, la empresa de microblogging que ha sido blanco de polémica tras su compra por el empresario Elon Musk, sigue dando de qué hablar. Este domingo 23 de abril, sin dar explicación alguna, devolvió la verificación azul a personalidades, empresas y medios de comunicación que habían perdido por la decisión del dueño de incluir esa marca a quienes se suscribieran a Twitter Blue.
Al parecer, y de acuerdo a varios medios de comunicación, la marca azul regresó a aquellas cuentas con más de un millón de seguidores; una insignia que en el pasado el mismo Twitter había dado a aquellos usuarios que ofrecían información veraz.
Por ejemplo, cuentas como las del reconocido actor Ian McKellen, del premio nobel de Economía Paul Krugman y hasta cuentas inactivas como las de los fallecidos Kobe Bryant y Anthony Bourdain regresaron a tener ese check azul de Twitter sin pagar los ocho dólares.
También pasó con cuentas medios de comunicación como la cadena Fox News o las agencias Reuters, AP, AFP o EFE. Mientras que otros como CNN, MSNBC o The New York Times ostentan la marca dorada, que identifica a aquellos que cancelaron 1.000 dólares por tenerla y que, a pesar de haber dicho que no pagarían, lo hicieron.
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Elon Musk, que a menudo usa su cuenta para bromear, ya dijo el jueves que había comenzando a pagar personalmente suscripciones a Twitter Blue a tres famosos: el actor William Shatner, el jugador de baloncesto LeBron James y el autor Stephen King.
Tanto James como King habían anunciado con anterioridad que no pagarían el servicio de suscripción de Twitter, que además de la marca azul ofrece otras ventajas como poder editar sus tuits, publicar contenido de hasta 10.000 caracteres y conseguir que el algoritmo de la plataforma impulse sus mensajes
El mismo Musk comenzó el jueves 20 de abril a eliminar de Twitter la verificación de las cuentas de aquellos usuarios que no se habían suscrito; llevando a que perfiles como el del papa Francisco, y políticos como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, no los tuvieran.
El dueño de Twitter había explicado su decisión al argumentar que era una forma de «tratar a todos por igual» y que no había que tener diferencia para las celebridades en la red social.
