(Punta Arenas, Chile, 7 de mayo de 2023 – MundoUR),- Todo el mundo tiene un «alma de niño» y, cuando la ocasión lo permite, esos juegos infantiles que nos alegraron apenas empezamos a vivir, afloran y se convierten en experiencias para el alma.
Desde un trabajador hasta el presidente de un país se pueden dar el lujo de experimentar una vez más esas actividades que le hicieron reir y pasar buenos momentos.
Así parece que fue el caso del presidente de Chile, Gabriel Boric, el sábado 6 de abril en Punta Arenas; lugar de donde es oriundo.
Según las redes sociales, el primer mandatario chileno quiso recordar aquellos momentos y se subió a un tobogán para niños para deslizarse. Pero no son los que, quizás, él recuerde: el de metal con la plancha de aluminio que quemaba a mediodía.
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Este era uno de esos nuevos toboganes hechos de plástico y que son tapados, es decir, que la persona entra en una especie de tubo para deslizarse.
Pues bien. Gabriel Boric se subió a uno de estos pero al llegar al final del túnel se quedó atascado en el tobogán. Tuvo que hacer grandes esfuerzos para salir de él, como se vio en un video que se hizo viral, tanto que la infraestructura de plástico cedió para que el mandatario quedara libre.
Posteriormente y tras las críticas surgidas en su contra, Gabriel Boric indicó en Instagram que cada vez que viaja a Punta Arenas recuerda los tiempos con su abuelo y que, cuando cruza un puente viejo o ve un tobogán, se lo traen a la memoria.
«Siempre que estoy en Punta Arenas pienso en él cuando cruzo un puente o veo un tobogán vacío, y nunca voy a dejar de cruzarlos o recorrerlos aunque hayan indiscretos que pretendan robar ese momento o amargos que lo critiquen porque niegan la infancia que todos llevamos dentro, esa trinchera de felicidad a la que siempre podemos recurrir cuando la necesitamos».
