(Washington, 23 de junio de 2023 – MundoUR).- Los seres vivos, incluso las plantas, tienen una frecuencia y la emiten constantemente en forma de latidos. Incluso las plantas la tienen.
Pero ¿Qué dirías si la Tierra tiene también su propia frecuencia en forma de latidos? Pues es así y se le conoce como el «efecto Schumann»; que no es más que un ruido electromagnético estacionario de fondo que se propaga en el espacio que hay entre la superficie terrestre y la capa más inferior de la ionósfera a altitudes de 45–50 km, en el rango de frecuencia entre 5 y 50 Hz.
Las bajas frecuencias del «efecto Schumann» son generadas principalmente por las tormentas eléctricas que se registran en todo el mundo, cuyas ondas se propagan crean estos latidos que se han mencionado con anterioridad.
Además, tiene relevancia en el área de climatología y durante años se habló sobre los posibles efectos en el ser humano, sugiriendo que podría influir en la sincronización de nuestros ritmos biológicos.
Otra cosa que debes saber es que este fenómeno recibe el nombre en honor al físico alemán Winfried Otto Schumann, quien definió su existencia en 1952, aunque se considera que Nikola Tesla fue el primero que la observó como tal, mientras que su primera representación se dio en 1960 por Martin Balser y Charles Wagner.
En fin. Lo importante es que hace algunos días se presentó una especie de anomalía con el efecto porque su resonancia, generalmente de baja presión, aumentó de los 7 Hz a más de 180 Hz; producto de la interacción electromagnética de los «latidos» y las ondas que llegan desde el espacio exterior.
Esta frecuencia de 7 (7.8 Hz) se demostró que era la misma que la del cerebro humano; patrón que se rompió en 2015 por varios factores que, a ciencia cierta, no se sabe si son como por ejemplo cambios en las condiciones atmosféricas, actividad geomagnética, alteraciones en la ionosfera y variaciones en la actividad solar.
*Lea también: La rotación del núcleo interno de la Tierra podría estar invirtiéndose
¿Qué sucede con el «efecto Schumman»?
Desde hace tiempo se relaciona el «efecto (o resonancia) Schuman» con los ritmos biológicos y el equilibrio del cuerpo humano. Otros hablan del despertar espiritual, aumento de la conciencia colectiva, la intuición, la creatividad y la conexión con la naturaleza, al igual que con elementos no tan beneficiosos como trastornos del sueño, la ansiedad y la fatiga.
Otras cosas que pueden afectarte con esto son:
- Dolor en las articulaciones.
- Dolor de cabeza.
- Dolor de muscular.
- Dolor estomacal.
- Fotofobia.
- Presión arterial.
- Alteraciones en la percepción del tiempo.
- Sincronización de los hemisferios cerebrales.
En redes sociales varios usuarios alertaron sobre este súbito aumento en la frecuencia que, para algunos, pudiera crear un «efecto Terminator», es decir, que puedan llegar a cambiar el comportamiento humano y afectando la salud mental.
Con información de Expansión / Cronista / Publimetro