(Caracas, 11 de octubre de 2021. EFE).- Amnistía Internacional, conocida por las siglas AI, denunció este lunes que las autoridades de Curazao y Países Bajos continúan violando los derechos de los venezolanos que llegan a la isla caribeña en búsqueda de protección, tras huir de la crisis económica, social y política de Venezuela.
«La organización ha documentado 22 casos de personas venezolanas, entre ellas menores de edad, que han sufrido violaciones de derechos humanos, como detención automática en condiciones inhumanas, malos tratos, separación familiar y negación de su derecho a solicitar asilo», dice Amnistía Internacional en el informe titulado «Sin seguridad todavía: Niegan protección a personas venezolanas en Curazao«.
En el texto expresan que la información recopilada es producto de una evaluación de la situación de los venezolanos desde 2018. Al mismo tiempo destacan que la isla puso en marcha un «nuevo procedimiento de protección internacional» que no se ajusta a «las normas internacionales de derechos humanos».
Por otro lado, detallaron que los venezolanos que llegan a la isla huyendo de la crisis «pasan automáticamente a estar en detención por tiempo indefinido». De igual manera, indicaron que en ese período sufren presiones para que firmen su consentimiento a la deportación, y que tienen un «acceso limitado a la asistencia jurídica».
Además, explican que las entrevistas para evaluar las necesidades de protección son realizadas por los mismos funcionarios encargados de arrestar a los extranjeros con una condición migratoria irregular.
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En el documento resaltan que «el nuevo procedimiento solo ha dado lugar al rechazo de las solicitudes del estatuto de protección». Por tal motivo, especifican que «la organización ve con profunda inquietud que, como resultado, Curazao devuelva a Venezuela personas que allí corren un grave peligro de sufrir violaciones de derechos humanos, en incumplimiento del principio de no devolución (non-refoulement)».
Por otro lado, denuncian que las condiciones de detención en el cuartel de los extranjeros, la prisión SDKK (Sentro di Detenshon i Korekshon Korsou) son «inhumanas». Es decir, las personas recluidas allí están sometidas a «privación sensorial, hacinamiento, encierro junto a personas convictas y falta de intimidad«.
La organización asegura que recibieron denuncias de venezolanos. Sobre los relatos, cuentan que los guardias los trataban con insultos y los obligaban «a saltar como ranas sin la ropa puesta».
Niños separados de familiares
Amnistía Internacional también destacó el caso de los niños venezolanos que han sido separados de sus padres. En este sentido, indican que no les permiten reunirse o las visitas de los mismos.
Especificaron que Amnistía Internacional documentó 8 casos de menores bajo custodia con personas adultas. Los mismos se encuentran en el ‘cuartel de extranjeros’ y en centros de internamiento de menores. Para la organización, «en ninguno de los casos, las autoridades de Curazao procedieron a reunirlos con sus progenitores ni permitieron que recibieran su visita».
Todo lo contrario, explican en el texto que se les programó su deportación sin el consentimiento de los padres.
Teniendo en cuenta la situación, Amnistía Internacional señaló que las autoridades neerlandesas intensificaron su apoyo a Curazao. Especificando que muestran su apoyo «en materia de detección, detención y deportación de migrantes irregulares y personas que buscan protección».
A ellas la organización las acusan de no haber establecido «una sola salvaguardia de derechos humanos vinculante ni mecanismos de vigilancia independientes». También rechazan que no investigan «las presuntas violaciones de estos derechos mientras apoyaban a las autoridades de Curazao».
Para Amnistía Internacional «es inaceptable» que los Países Bajos ayuden a las autoridades de Curazao a arrestar, custodiar y deportar venezolanos.