(El Cairo, 11 febrero, 2021.- Las injusticias y la represión política en Baréin han ido a peor desde que los bareiníes se sumaron a las protestas de la Primavera Árabe, lamentó este jueves Amnistía Internacional, cuando este domingo se van a cumplir 10 años del inicio de las manifestaciones, que fueron duramente reprimidas.
“Diez años después del levantamiento popular, la injusticia sistemática se ha intensificado y la represión política contra disidentes, defensores de los derechos humanos, clérigos y la sociedad civil independiente ha cerrado todo espacio para el ejercicio pacífico del derecho a la libertad de expresión o el activismo pacífico”, indicó la organización en un comunicado.
La vicedirectora regional de Amnistía Internacional (AI), Lynn Maalouf, afirmó en el documento que desde 2011 “los únicos cambios estructurales que ha visto Baréin han sido a peor”.
Y recordó que los partidos de oposición han sido proscritos, que el único medio independiente ha sido cerrado, y que se han aprobado nuevas leyes para restringir aún más el espacio a la participación política mientras los líderes de las protestas “languidecen en prisión en condiciones funestas”.
Maalouf acusó al Estad bareiní de haber “aplastado las esperanzas y expectativas” de los manifestantes de 2011 con unas “medidas brutales” durante la última década y criticó a los “aliados occidentales de Baréin, especialmente Reino Unido y Estados Unidos” por haberlas facilitado con su “vergonzoso silencio”.
AI pidió a las autoridades del pequeño país insular del golfo Pérsico que “revierta el terrible rumbo” de la última década, que libere a las personas aún presas por el ejercicio pacífico de sus derechos humanos y que, en fin, implemente las recomendaciones que hizo la Comisión Independiente de Investigación Bareiní.
Esta Comisión, subrayó, indicó en un informe presentado en noviembre de 2011 que al menos 19 personas habían sido asesinadas por las autoridades entre febrero y abril de ese año y que miles fueron arrestadas, incluidos líderes de las protestas y figuras de la oposición.
Entres sus recomendaciones incluyeron la investigación de las acusaciones de malos tratos, la relajación de la censura, el acceso de la oposición política a los medios de comunicación estatales y la exclusión de la agencia de inteligencia y seguridad nacional de las tareas de orden público interno.
EFE
