MADRID.-La respuesta inflamatoria que provoca el coronavirus favorece la aparición de trombosis venosa o arterial, así como lesiones cardíacas. Ahora, científicos españoles han constatado que los anticoagulantes pueden mejorar la supervivencia de los pacientes con COVID-19, al prevenir infartos o ictus.
Los resultados de esta investigación con 2.773 pacientes se publican en la revista The Journal of the American College of Cardiology (JACC) y, según sus autores, estos hallazgos podrían aportar una nueva visión sobre cómo tratar y manejar a los pacientes con coronavirus una vez que ingresan en los hospitales.
El trabajo está dirigido por Valentín Fuster, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en Madrid, y del Instituto Cardiovascular Monte Sinaí de Nueva York (Estados Unidos).
«Este trabajo demuestra que los anticoagulantes (fármacos que ralentizan la coagulación de la sangre), administrados por vía oral, subcutánea o intravenosa, pueden desempeñar un papel importante en el cuidado de los pacientes con COVID-19 al prevenir posibles eventos mortales asociados con el coronavirus, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y embolia pulmonar», asegura Fuster.
En su opinión, «el uso de los fármacos anticoagulantes se debe considerar cuando los pacientes ingresan en urgencias y han dado positivo por COVID». Sin embargo -reconoce-, cada caso debe evaluarse de forma individualizada para tener en cuenta el riesgo potencial de sangrado o de predisposición a las hemorragias.
En una nota, el CNIC detalla que una de las principales complicaciones que dificulta el manejo de los pacientes con COVID-19 es la formación de trombos o coágulos de sangre que puede provocar eventos tromboembólicos potencialmente mortales.
EFE