(Ciudad Guayana. 11 de septiembre, 2023. Redacción: Fabiana Millán).- La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) define a las enfermedades tropicales como aquellas infecciosas que afectan principalmente a las regiones tropicales y subtropicales del planeta, que tienen un clima cálido y húmedo, y que suelen estar en vía de desarrollo en el plano económico, social y sanitario.

Rafael Wong, médico infectólogo, explica que Venezuela tiene un caldo de cultivo. Son multifactoriales, hay un factor geográfico, un factor climático, que siempre tiene tendencia a ser caluroso, tropical y, por supuesto, los hábitos.

Dengue, una de las enfermedades tropicales más frecuentes

Con respecto al dengue, se ha visto una discreta disminución de casos. Pero, no quiere decir que no haya; sí hay, es una cifra fluctuante, así lo precisó el especialista.

“En esta época existe un incremento de las enfermedades. Por ejemplo, el caso de las enfermedades transmitidas por vectores, como es el caso dengue y malaria, porque existen depósitos de agua producto de la temperatura y en muchas, por el sistema de servicio de agua que a veces no es 100% eficiente. Entonces, tienen tendencia acumular muchos envases de agua, y ahí se reproduce los vectores como es el caso para el dengue, una enfermedad tropical que tiene tendencia en esta época a ir en aumento”, indicó el infectólogo.

El clima húmedo y cálido de los países tropicales favorece el contagio de enfermedades como el cólera, la malaria, el dengue o la fiebre amarilla, cuatro de las enfermedades tropicales con mÁS INCIDENCIA

Fuente: ACNUR

De un país ejemplo combatiendo la malaria a uno exportador

En el caso de la malaria, por excelencia y circunstancias geográficas y climáticas, Venezuela es el principal país exportador de casos para toda Latinoamérica.

En Ciudad Guayana, por todo lo que es próximo al río, está expuesta, “porque el vector no (está) en agua estancada, sino en agua que tenga flujo lento. Allí es donde se encuentra el vector y es el riesgo de que exista la transmisión perfectamente transmisible, y hay casos en los que incluso me ha tocado ver bebés muy pequeños de un año prácticamente”, agregó el Dr. Wong.

“Suena triste. Nosotros llegamos a ser un país ejemplo, donde venían poblaciones a entrenarse desde África, Inglaterra y Estados Unidos a ver cómo nosotros erradicamos la malaria en los años 70 aproximadamente. Sin embargo, actualmente es lo contrario. Nosotros producimos más casos de malaria, en particular por la actividad minera y el flujo de migración de las personas que ha hecho que incluso tengamos casos ya en la ciudad”, expresó con preocupación.

El especialista expuso que actualmente vemos la Malaria Urbana, enfermedad que llegó a estar casi erradicada o sectorizada y ahora se encuentra prácticamente globalizada.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la malaria, también conocida como paludismo, es una enfermedad potencialmente mortal. Es producida por parásitos transmitidos al ser humano a través de la picadura de mosquitos hembra infectados. En 2016 se registraron 216 millones de casos de esta enfermedad en 91 países y más de 445.000 muertes.

La enfermedad del Chagas

La Organización Panamericana de la salud (OPS) fija que esta es una afección parasitaria, sistémica, crónica. Es transmitida por vectores con una firme vinculación con aspectos socioeconómico-culturales deficitarios, considerándola una enfermedad desatendida.

El Chagas es una enfermedad tropical importante que se encuentra en Venezuela. Antes se hablaba de su transmisión netamente de manera cutánea, pero actualmente el principal mecanismo de transmisión es mediante la ingesta.

“No sé si recuerdan unos famosos casos de unos jugos de caña, que los vectores que eran el chipo se trituraban al momento de preparar el jugo, cosas que todavía sigue pasando porque si hay una trampa perfecta para ese animalito son las licuadoras, les encanta meterse ahí, entonces viene uno sin darse cuenta arroja la fruta, las tritura y las ingiere”, recordó el Dr. Wong.

En muchas partes, motivado al irrespeto que se tiene de la naturaleza y a la penetración a las áreas, tanto de montaña como áreas que consideramos no pobladas, vírgenes, bosques, el animal se ha visto “prácticamente intradomiciliar”.

¿Tuberculosis en el siglo XXI?

La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas con mayor mortalidad en el mundo. La pandemia por COVID-19 y las desigualdades socioeconómicas han revertido años de progreso en la lucha contra la tuberculosis y han aumentado la carga sobre los afectados, especialmente en los más vulnerables”, dato suministrado por la página oficial de la OPS.

Actualmente en Venezuela existen casos de tuberculosis. Sin embargo, siempre hay casos, ya que es prácticamente endémico.

“Es lamentable. Y lo experimentan las personas que tienen que salir del país cuando ingresan a los sistemas de trabajo. Si eres venezolano, uno de las primeras medidas que te van a, digamos, descartar es que no tengas tubérculo. Somos un país considerado tuberculoso, uno donde tenemos esa enfermedad y cada vez viene más en aumento”, puntualizó el especialista.

La OPS establece que la tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis, bacteria que casi siempre afecta a los pulmones y se transmite de persona a persona a través del aire.

Los síntomas de la tuberculosis activa incluyen tos, dolores torácicos, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos. Mientras que, en las personas sanas, la infección no suele causar síntomas, porque el sistema inmunitario de la persona actúa para bloquear la bacteria.

Sugerencias ante enfermedades tropicales

Ante lo expuesta que está la población ante las enfermedades tropicales, como el dengue, la malaria, el chagas, el cólera, la fiebre amarilla, la tuberculosis, entre otras, se debe tener mucha conciencia.

“Lamentablemente (…) es multifactorial, pero nosotros tenemos uno de los factores que podemos controlar que es tener conciencia. Por lo menos al momento de tener depósitos de agua, tenemos que tenerlo porque el agua es irregular. Pero debemos taparlo, vigilar cuando existen criaderos”, agregó el doctor.

Las personas que viven zonas próximas al río, se recomienda utilizar mosquiteros. “Eso es algo que yo lo pregunto constantemente en la consulta, me llegan personas ‘doctor esta es la tercera vez que a mi familiar o a mí me da malaria’ y yo pregunto si tienen el mosquitero y todavía existe una resistencia”.

No estar en los frentes de las casas en horas donde existe mayor actividad de los mosquitos, como es el caso de las cinco o seis de la mañana, y cuando se está ocultando el sol, a las seis de la tarde aproximadamente”, añadió.

El Dr. Wong reiteró que “nosotros tenemos que entender que somos los invitados en la naturaleza. Si nosotros empezamos a cada vez ingresar y profundizar en áreas que no estaban pobladas, en áreas que eran consideradas rurales, por supuesto que van a ver y van a emerger enfermedades que se encontraban allí, bien sean transmitidas por vectores o insectos”.