WASHINGTON.- El embajador permanente de Irán en la ONU, Majid Takht-Ravanchi, aseguró este viernes que la muerte del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimani, es un «acto de guerra» y sentenció que habrá una «dura venganza».
«No podemos cerrar los ojos ante lo que sucedió anoche. Definitivamente habrá venganza, una dura venganza», subrayó el diplomático en una entrevista con la cadena estadounidense CNN.
Ravanchi señaló que con el ataque con drones contra el vehículo en el que viajaban Soleimani y el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, Estados Unidos comenzó una «guerra militar».
«Entonces, ¿qué más se puede esperar de Irán? No podemos quedarnos en silencio. Tenemos que actuar y actuaremos», afirmó el embajador, quien defendió que la respuesta para una «acción militar es una acción militar».
Después del ataque en Bagdad, el líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, aseguró hoy que quienes asesinaron a Soleimani se enfrentan a una «dura venganza».
En un comunicado publicado por medios oficiales persas, el ayatolá Jamenei culpó a la «gente más cruel de la tierra» del asesinato del «honorable» comandante que «luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo».
Multitud Popular denunció el jueves que su vicepresidente y Soleimani murieron en un bombardeo estadounidense contra el vehículo en el que viajaban en Bagdad.
En su cuenta oficial de Twitter, Multitud Popular aseguró que el vehículo fue blanco de un ataque aéreo en la carretera del aeropuerto internacional.
El general Soleimani era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y estuvo presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.
El ministro iraní de Defensa, el general Amir Hatami, también prometió este viernes que se vengará de «todos los que están detrás del asesinato».
«Sin lugar a dudas, este crimen atroz, que es una prueba contundente de la naturaleza malvada del Gran Satanás, el arrogante Estados Unidos y su apoyo total al terrorismo en la región e Irak, será respondido de una manera aplastante», precisó el militar.
Previamente, el mayor general Mohsen Rezaei, excomandante del IRGC, también prometió una «dura venganza» contra los autores de los presuntos asesinatos.
Mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró, en una inesperada comparecencia ante la prensa, que su objetivo era «parar una guerra», no comenzarla.
«Actuamos la pasada noche para parar una guerra. No actuamos para iniciar una guerra», dijo Trump desde su club privado en Mar-a-Lago, en West Palm Beach (Florida).
EFE/SPLL