(Ciudad Guayana. 18 de mayo, 2023. Redacción: Paolis Candurí).- La Organización Mundial de la Salud explica que el elevado consumo de sal (es decir, más de 5 gramos al día) y la absorción insuficiente de potasio (menos de 3,5 gramos al día) favorecen al desarrollo de hipertensión arterial e incrementan el riesgo de sufrir cardiopatía y accidentes cardiovasculares.

La reducción del consumo de sal es una de las recomendaciones de la Cumbre de las Naciones Unidas como medida de prevención ante las enfermedades no transmisibles y, además, considerada como una de las mejores estrategias para mejorar la salud de la población de acuerdo a la OMS.

Cada año se realiza la Semana Mundial de Sensibilización de la Sal con el objetivo de concienciar y sensibilizar a la población sobre la disminución del consumo de sal para prevenir las enfermedades que puede ocasionar el exceso, especialmente del tipo cardiovascular.

Consecuencias del excesivo consumo de sal

De acuerdo a la Asociación Americana del Corazón, tener una dieta con altos niveles de sal puede provocar la retención de líquidos, lo que supone una carga adicional para los vasos sanguíneos y el corazón, y esto, a su vez, puede causar un incremento en la presión arterial.

Por ello, especialistas resaltan la importancia de conocer los antecedentes familiares, especialmente de familiares con hipertensión, ya que son más propensos a padecer de enfermedades del corazón o un evento cerebrovascular.

La OMS explica que el elevado consumo de sal favorecen al desarrollo de hipertensión arterial e incrementan el riesgo de sufrir cardiopatía y accidentes cardiovasculares | Créditos: Pexels

De igual manera, la sal desmineraliza los huesos, por lo que aumenta el riesgo de padecer osteoporosis a futuro. También aumenta la posibilidad de sufrir trastornos digestivos y estomacales, así como úlceras en el estómago e indigestión.

Reducir el consumo de sodio diario (especialistas recomiendan no pasarse de los 2,3 gramos de sal) podría evitar hasta uno de cada cuatro ataques al corazón o accidentes cardiovasculares, así lo afirma la OMS.

Una de las estrategias desarrolladas por la OMS fue el método SHAKE: menos sal, más salud, el cual consiste en Surveillance (medir y monitorear el consumo de sal), Harness (promover la reformulación de alimentos y comidas para que contengan menos sal en su elaboración; Adopción de normas (establecer normas eficaces y exactas para el etiquetado y la promoción de los productos alimenticios), Knowledge (educar y comunicar para que la población entienda la importancia de un menor consumo de sal) y el Entorno (lograr espacios que favorezcan una alimentación saludable).